Sunday, July 29, 2007

El retablo está de fiesta!


Sobrevoló mares. Caminó como pudo extensas tierras, secas, húmedas, pampeanas, patagónicas. Necesitó un largo sombrero de punta para guardar sus regalos. La magia siempre le había apasionado y quiso hacer lo que más le gustaba.
El hada Violeta se cubrió de una túnica y se tiñó los cabellos rojo frutilla. A veces la confundían con las brujas y eso le disgustaba. Insistía en que los niños supieran que jamás había hecho un hechizo.
Zoe, Ema y Lorencito esperaban una amiga de su tamaño, aunque no sabían que aparecería alguien
tan chiquitita. Extendió sus brazos y quiso besarlos. Por suerte no se rehusaron, más bien los aliviaba que antes de convertirlos en sapitos, les quisiera brindar afecto.
Y así fue como llegó hasta aquí, volando de fiesta en fiesta, soplando velitas ajenas y entreteniendo a la gente. Mágico fue el momento en el que la titiritera le susurró la verdad: -Violeta, mirá a la cámara y pedí tres deseos - en tono de confesión.
-En el mundo de los sueños -agregó-, también hay cumpleaños sorpresa. Hoy es tu fiesta.

Felicidades hada Violeta. Tus amigos y yo trajimos regalitos para vos: vestidos, guantes, libros, canciones y besos, mil besos para vos.